A tu abrazo enfático y conmovedor,
entrego mi vida, mi ser, mi historia, lo que será.
Es que entre esos brazos de espíritu colosal
se desalinea y escurre el interrogante perenne.
En el espacio animoso, inquietante y cálido
que construyes entre tus brazos, habitan sensaciones súbitas
intensidad de vida, la redención del mundo;
entonces todo tiene sentido, en tanto se armonizan tus latidos a mis latidos.
Y arremete el silencio, imponente, absoluto
y nuestras almas se entrelazan indivisibles, anhelantes
y reina el amor absoluto en ese instante fértil
vacío de palabras, exultante de sentidos.
Abrázame compañera, exaltación de la existencia.