Me siento siempre a escribir mundo como el mudo aborda lo que la palabra escrita otorga y dota.
Y me vais a perdonar que me tome tan en serio a mí mismo como me sea posible; la mezquina forma del tiempo, si no se la ignora, no teme a lo inmortal del instante efímero de un pensamiento u acción.
Una lengua pronuncia boca con la ayuda de la susodicha igual que a la existencia la incuba la vida misma que ella vincula al hacerlo.
No es trabar lenguas; tan solo es anudarlas y deshacer el entuerto que un día causó el habla en nuestra esencia.