He recorrido miles de kilómetros buscando las miradas perfectas,buscando las personas que necesito en mi vida para seguir adelante. Soy un parásito de la felicidad,cierto. Soy triste, solitaria, depresiva... cierto.Pero estoy aquí por alguna razón, viviendo y
siguiendo el camino que creo, el camino que siento.
He recogido muchos escritos. Diferentes situaciones, edades, personas,
sentimientos... pero esta ha sido mi vida, que podría resumirla en una
tristeza encerrada que no ha cesado hasta que la he expulsado de mí de esta forma,escribiendo para mí,escribiendo para aquellos que necesito, para aquellos que ahora les importo.Tal vez,algunos escritos no tengan sentido, o los tiempos no concuerden... tal vez, sean temas tan rebuscados que no puedan comprenderse, pero, ¿acaso los sentimientos son exactos y definidos?...
“Querida alma mía, sé que estás al límite, al borde de todo. Sé que vives
desesperadamente y que mantienes mi vida a salvo, pero quiero explicarte aquello que mi corazón ama pero no te cuento quiero explicarte aquello que mi mente desea y no te confiesa. Quiero
explicarte aquello que veo con mis ojos y tanto me gusta,
aquello que vivo cada día en singular,la búsqueda de la felicidad”.
El silencio vuelca mi memoria. El recuerdo del ser, se materializa con el
no ser. Los labios cierran mi voz, y vuelve la calma.
La contradicción es el deseo de la soledad, el rechazo es el deseo de la violencia, compartir es el deseo de amar, huir es el deseo del cobarde, ser es el deseo del anónimo, vivir es el deseo del inerte.
Pero, ¿cuál es el deseo humano?.
SER FELIZ...