No he hablado contigo hoy
y la verdad no te extraño.
Sé que estás en algún lado;
flotando amor, flotando.
No extraño ni tu voz ni tus letras,
ni el escándalo de tu inmensurable silueta,
ni el dulce lunar que cerca de la boca llevas,
no te extraño amor, no te extraño.
No extraño tu apellido ni tu nombre,
ni tu imagen repetida en mi mente,
ni el espacio vacío de tu sombra aparente,
y tampoco las caminatas en nuestro puente
o las palabras de amor candente,
que van de mi aura-corazón a tu vientre
intercambio de amor en lava ardiente,
Idilios de cuerpos en movimiento atrayente
espasmos en el tiempo adyacente,
que al juntarse estallan apresuradamente
entre distancias y nostalgias incoherentes,
entre aire, fuego, tierra, agua y éter.
No te extraño amor no te extraño
y no lo hago por qué llegue a mi el olvido
o por el susurro del viento le dicte a mi oído
que maquiavélico actuar tú has tenido
y entre párrafos, cuartetos, enunciados,
letras, comas y puntos suspensivos!
te habrás ido amor, te habrás ido.
Quizá aún purgatorio o un digno paraíso
lejos mío corazón lejos mío,
pues sépase bien y ahora yo lo grito
voz que no sea tuya hago caso omiso.
No te extraño amor, no te extraño.
Por qué siempre pienso en ti, a tu lado.
Caminando contigo de tu mano,
que cuando miro arriba y hacia abajo,
y la Luna yendo y el sol entrando,
y la mar estruendosa y la arena escuchando
en todos rincones ocupas tu alborotando
y entre masas y vacíos ya inexistentes siempre te admiro corazón
acaparando amor, acaparando.