De la mano de un te quiero
Detrás de ilusa constancia,
Fui camino al desespero
Oscura huella e importancia;
Que para amores sinceros
Víctimas de la arrogancia,
Me quedo mi alma en cueros
En lágrimas de abundancia;
Seco y frío en la ignorancia
Del pecho de un carcelero,
Amor, hiere la intolerancia
Del que ya llegó primero.
Si sabias que era ligero
Pasajero sin labranza
De mi barco al astillero
Quedo hundida mi prestancia.
Los años que ayer se fueron
Detrás de fina fragancia,
El aire llevo en su fuero
Olor, desprecio y la rancia.
Me quedo como el lucero
Mirando la tierra placida
Las uvas que son muy ácidas
Al alcohol fue que sirvieron;
Me cure cual bandolero
Que en la calle se la pasa,
Me acompaño ese puntero
Del cielo y la luz me abraza.