Alegre y triste va la vida
cual copa fina de cristal
que el rojo vino empaña
su última gota el final.
Tan mágico es el mundo
tal vez olvida su pasado
caminos que se han pisado
del peregrino y vagamundo.
No es vana la historia
que la vida misma escribe
surcando la memoria
sin ser juez el que suscribe.
Entre el ocaso y la aurora
las horas se vuelven ciegas
a tientas corren andariegas
curtida piel de gladiadora.
Sin ser visto ni deseado
el tiempo pasa en un alboreo
devorando arpegios un bocado
saciando hambriento su saqueo.
Alegre y triste va la vida
cual copa fina de cristal
que el rojo vino empaña
su última gota el final.
Autor: Jorge Aimar Francese Hardaick
- Argentina - 15-06-2016
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