Te digo con razón: conviene que calcules
tus actos y refranes, guiñoles de mal gusto…
ni a ti pueden faltarte los poros de mis tules
ni a mí la filigrana que da tu edén venusto.
¡Cuidado en tus acciones, el beso no lo anules:
aquel que se quedara muy dentro de mi busto,
no dañes más los nácares que guardan los baúles
en donde hallamos luz…amor y espacio justo!
¡Oscuro está tu césped, amarga ya tu fronda…
la miel que había ayer, es limo de un estero:
el rastro sentencioso de sierpes en tu ronda!
¡No cortes la raíz que siempre fue tan honda
ni dejes que el baúl se cierre por entero,
lastima que se pierda tan áurico alhajero!