Otrora conocidos como deidades,
máximos gobernantes de antaño.
Con austera y reacia coerción,
a sus enemigos aplastaron.
Taxones que tensan sus arcos,
ante las falanges de los principados,
saetas perniciosas con doble filo,
ante formaciones espartanas porfiaron.
¡Oh bella Luz!
Entre el yelmo de la justicia,
valentía de miles de soldados,
que, aunque osados,
más bien son usados.
Absolutistas gobernantes,
que con terror avanzan,
como entidades inmanentes,
en guerras inminentes.
Hombre por hombre,
sangre por sangre,
desde el infierno han venido,
y no desde el paraíso.
Ese infierno llamado tierra,
no la alegoría, de seguro blasfemia.
Es en éste mundo,
donde el peor demonio se ha engendrado.
Aquél que se autodenomina Humano,
aquél que se autodestruirá sin remedio,
aquél autócrata arconte,
que su futuro, ha destinado.
BL.
Los Arcontes del Infierno -
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Black Lyon