¡LIMPIOS Y CLAROS!
Han levantado ciudades, sostienen muchas empresas,
son los pobres de la tierra quienes muchos utilizan;
su patrimonio más grande se compone de promesas:
¡Y los ricos y señores, obreros, los bautizan!
De las minas sacan oro y esmeraldas relucientes,
con el sol sus ojos abren y conviven con la muerte;
Dostoyevski habló de ellos, tratándoles: Pobres Gentes:
¡No obstante, ser miserables, tienen la conciencia fuerte!
Víctor Hugo los menciona en un hermoso tratado,
porque allí mismo en Florencia por doquier los vio cercanos;
además, con la palabra, lució siempre iluminado:
¡Y se situó con grandeza, entre tantos veteranos!
Hacen colas para todo, con sudor las arcas crecen,
sin su esfuerzo es imposible que prosperen los avaros;
nunca he visto que reciban todo aquello que merecen;
¡Al momento de hacer cuentas, suelen ser limpios y claros!
También construyen la fosa para su descanso eterno,
sus huesos en poco tiempo, convertirá en polvo el horno;
y como si no bastara, los amenaza el infierno:
¡Del cielo el sello ganaron cual su más seguro adorno!
Poblado de maravillas tienen entero el planeta,
amasando con sus manos cientos de miles de formas;
para librarse del yugo, ya conocen la receta:
¡Han descubierto el engaño de las concebidas normas!
Los que ostentan el poder nos buscan para contarnos,
y en épocas de elecciones somos muy apetitosos;
después sin ningún empacho, ordenan esclavizarnos:
¡ Porque para los señores, somos necios y estorbosos!
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino