Señores, hoy quisiera pues, aferrarme
a la existencia, pero una existencia
donde los vientos puedan pues, doblarme
hasta romper el mal de mi conciencia.
Ya...ya podéis herirme con un palo,
ya traspasar podéis mi vil talón.
Ya Aquiles, sabe que soy hombre malo.
Vida sin ecos, tétrico esquilón!
Entonces la Gran Muerte en Majestad
ya podrá estarse alegre en soledad,
las jarcias llorarán un mar inmenso...
Entonces toda pena que se junta
será respuesta a la mortal pregunta
que por mi seso hereje ahora pienso.
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David John Morales Arriola.