Mariposa marina
¿Cuántas veces decimos "este es el último verso que le dedico"?
Es dificil darle la vuelta a la página cuando en la siguiente no figura un nombre, algo que no continúe la historia de la hoja que quedó desierta. Creí, como siempre, que sería fácil olvidar tu breve espacio junto a mí, cómo iba a saber que te extrañaría tanto, tu postura que invitaba a quererte como un amigo, como mi destino. Aquí estamos, ni la lluvia te trae consigo, ni el sol se oculta contigo. Y como todos los días diré: este es el último verso que yo te dedico.