Ivan Medvedev

El cielo vespertino

Por la fresca tarde del estío

A la ventana a solas quedando

Se percibe el gran poderío

Del cielo; lo admiras callando.

 

La llanura azul infinita

El cerúleo techo del cielo

Turquesada bóveda bendita

Sorbe la vista con sumo anhelo.

 

Abarca la eternidad temible

El lindo cielo vespertino

Ilimitado e indivisible,

Callado, frío y divino.

 

La luna plateada adorna

El toldo azulado de seda

El sol a la mar se retorna

Y el oeste con luz emboveda...