Los estragos del tiempo se adueñaron del zaguàn, entre el musgo y la hiedra y la constante humedad, rodean la casa en medio de aquel bosque cubierto por la montaña. -No lo puedo creer, cuanto tiempo a pasado desde la ùltima vez que estuve aquì, pero te aseguro que entrare y recorrere todas y cada una de tus habitaciones, hasta el ùltimo lugar de cada rincòn, aunque un gran misterio te rodea y nadie quiera ya acercarse, insistire y seguro que tu y yo nos entenderemos bien. Totalmente decidida se instalo en una de las tantas habitaciones de aquella casa, luego de limpiarla un poco cayo en la cama totalmente cansada. Retumban en el silencio las tres campanadas del reloj de pared , y el crujir de puertas y ventanas parecen que se abren y se cierran entre un fuerte aguacero, se desata una gran tempestad que rompe el silencio entre un vendaval. Decide lenvantarse de la cama y al accionar el interruptor de la luz descubre que se encuentra en la mas grande oscuridad. Divisa una pequeña làmpara de kerosèn sobre una mesita de noche, la enciende la toma en sus manos junto con el manojo de llaves, sale de la habitaciòn, que conduce a un largo pasillo, se detiene en la mitad y abre la puerta de la cocina, calienta un poco de agua y preparà un tè. Cree escuchar un murmullo en la otra ala de la casa, se levanta de la silla dejando la taza de tè por la mitad, y de improviso se abre la puerta mas no hay nadie del otro lado, un poco extrañada piensa ha sido la fuerte brisa que azota toda la casa, y al salir de la cocina puede ver claramente una luz a travèz del borde de la puerta del fondo que comunica con la otra àrea de la casa, se dirige hacìa alla y con el manojo de llaves intenta abrir aquella puerta y ninguna responde, ante su asombro el murmullo de voces detras de la puerta se hace mas fuerte. -Mañana me ocuparè de resolver este asunto, por los momentos me irè a dormir.
y la vida continua...