Te recuerdo... a cada instante
tu silueta frágil y accidentada,
llegaste en un momento muy evocador
diluyendo recuerdos de instantes de la infancia.
Ví reflejada en mí tu carita golpeada,
y quedó grabada en mi alma.
Y al pretender tenerte huyo la calma
pues la razón a eso me amenaza.
No volví a saber de tí,
solo fué un instante de ternura.
Ha pasado el tiempo, no te he vuelto a ver,
no creo volver a encontrarte.
Te quedaste por siempre
en este continuo suceder de la vida.
Ana
20 de junio de 2016.-
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