Quiero que escriba mi nombre por todos lados,
que me dedique algunos versos,
que me invoque entre líneas,
que recite poesía, esperando que,
el viento vespertino lo lleve hasta mis oídos.
Quiero habitar en sus palabras;
pero no en esas que se borran con el tiempo. No.
Quiero estar en las que son eternas,
en las que perduran,
que son indelebles,
que están marcadas en piedra;
en las que están grabadas en las estrellas,
en aquellas que se pronuncian
teniendo como fiel testigo a la plateada luna.
En esas palabras que no trascienden ni tiempo, ni espacio,
en esas que, pasan los años y siguen intactas;
quiero estar entre tus labios cuando hables de amor eterno.
Quiero que me pienses
cuando te pregunten cuál es tu felicidad.