Rayos de luz entran por la ventana, y al despertar recuerda el extraño suceso de anoche, fue en la habitaciòn que divide la casa y a su vez la comunica con otra àrea, aùn Marisol no ha conseguido entrar en ese sector desde que llego. Se levanta de la cama toma el manojo de llaves y se dirige directo a la puerta de esa habitaciòn pues definitivamente anoche algunas personas allì murmuraban en voz baja, al intentar abrir la puerta con la primera llave esta se abriò fàcilmente. El lugar luce oscuro, abre las ventanas y el polvo y las telarañas son dueños de aquel espacio, pensò que realmente era imposible que anoche allì se encontrarà ni un alma. Fija su mirada nuevamente a travès de la ventana y logra ver un jardìn que se comunica con una pequeña puerta con la habitaciòn, de inmediato la abre y se asombra ante la belleza de tantas flores que bordean un camino que lleva al zaguàn, mientras recorre el sendero piensa en quien estarà cuidando de èl, de pronto una visiòn la sorprende, a su lado una niña pasa corriendo y se dirige al zaguàn donde la niña se sienta pensativa en espera de alguien. Marisol abre y cierra los ojos ante aquella ligera visiòn, se devuelve y entra de nuevo a la habitaciòn, sacudiendo el polvo y quitando las telarañas, sale de allì cerrando la puerta tras de si. Toma una taza de cafè y se dirige al pueblo en busca de vìveres. -Hola buenos dìas, anoche el vendaval no me dejaba dormir y por aquì veo que todo esta seco, acaso no lloviò?, todos los presentes se ven las caras unos a otros sorprendidos de lo que dice Marisol. -Buenos dìas señora, por aquì hace mucho tiempo que no llueve, ¿y donde vive usted?. -En la casa de la cima desde aquì puede verla, es aquella cubierta de hiedra. -¡Ah!, ya veo, no es extraño, aunque parezca imposible que anoche allì hubiese ocurrido una tempestad y aquì no, aunque estemos escasamente a unos pocos kilometros de distancia, allì suelen ocurrir cosas muy extrañas, quizàs se debe a los años de abandono, dicen que las casas encierran un tipo de energìa de los que allì vivieron. Marisol ignora la respuesta y pregunta por un jardinero, el frente de la casa y el zaguàn se encuentran obstruido por matorrales en los bordes de las entradas. De inmediato alguìen responde, yo soy el jardinero del pueblo señora, a sus ordenes. -Hola, ¿usted es el señor?. -Todos me llaman Guillermo. -Bien señor Guillermo, realizo un par de compras y si quiere puede irse conmigo y traiga sus materiales de trabajo. En el camino a la casa el jardinero comenta. -Señora esa casa la rodea un gran misterio se dice que hay noches en que una luz refleja en las ventanas de la casa muchas siluetas de personas. -Descuide señor Guillermo, a veces la vida tiene sus misterios. El dìa transcurriò y una vez que el jardinero terminò su labor se despidiò hasta el siguiente dìa, y Marisol le dijo que hay un jàrdin interno que parece alguìen ha estado limpiando, y el jardinero le contesto: -es extraño señora, pues aquì en el pueblo soy el ùnico jardinero y le aseguro que es la primera vez que vengo a esta casa. -Bien señor Guillermo mañana nos ocuparemos de ese jàrdìn que sin duda guarda secretos. Nuevamente las tres campanadas la despertaron a las 3 de la mañana, de inmediato se levanta pues el murmullo de voces ahora se escucha en toda la casa. Toma el manojo de llaves y se dirige resuelta a ver lo que pasa.
y la vida continua...