Ahí va el viejo,
afirmando sus años en un frágil bastón de madera.
Camina lento, sin prisa,
sabe que la vida ya le sacó demasiada distancia.
En su espalda lleva un bolso cargado con eso que llaman \"experiencia\",
que a fin de cuentas no son más que fuertes tropiezos y duras caídas,
que llevaron al viejo a tomar la vida de una forma más cansina,
dando mayor valor a cada paso en el camino,
para que éste deje una huella a quien viene desde atrás.