La incertidumbre me protege
convirtiendose en mi esperanza.
Mi interior es un ente herido
cansado de errar.
Mis sentimientos penden de un hilo,
sólo me queda esperar.
Quisiera poder encontrarte
estoy ansiosa por hacerlo,
pero sé que es mejor no buscarte,
no se si sea posible esto.
Una hoja que jamás ha caído
en el sitio correcto,
aún ni siquiera aseguro
que ese lugar exista.
Tu dime, hermoso,
tu que eres hoy mi insomnio,
dime ahora qué será de mi alma
si descubro que no eres lo que creo...
¿será cierto?
Podría intentarlo
me quedaría a tu lado,
besaría tus días,
encendería tus estrellas.
Pero ¿dónde es que te encuentras?
¿tienes tan gran problema?
tal vez jamás me dejarías hacerlo.
Me cobijo en la noche
que me ha regalado este insomnio.
Me encierro en la belleza de lo incierto
para no llorar lo resuelto.
Sé que jamás he caído
en los brazos correctos,
aún ni siquiera aseguro
que éstos existan.
Donde estés dímelo hermoso,
¿será cierto?