carlos obeso

Mariposa

Ya no volverás mañana.

Palidece la estancia cuando te marchas

y me dejas desnudo en la cama;

solo, abrazado a la almohada.

Preciosa mariposa en bragas,

te vistes despacio y sonríes

dejando mi cuerpo teñido

con el polvo multicolor de tus alas.

No. No volverás mañana.

Hoy se acaba tu tiempo.

Si es cierto que sólo vives un día

podré contarle al viento

que pasamos juntos la noche,

o lo que es lo mismo,

la mitad de tu vida ...

conmigo.

Lo mejor de la mía ...

contigo.