Franz Talithier

De millares de pasos

De millares de pasos

 

 

 

De millares de pasos acechando en el silencio

caducan mis piernas a la paz de tu presencia,

ahogado vivo creyendo tus palabras

y solo eres vasto océano de mi cruel sentencia.

 

Te encuentro bajo las olas como una sirena pasajera

envuelta en un paisaje de canas encrespadas.

Amor, como el aire que ya no respiro,

como estas hojas ya desechadas.

 

Ahora que te muestras con tus ojos semivacios

salvajemente te arrastro hasta la tumba de mi alma

y solo ahí te vez muerta cargada de falsas rosas,

como tu pérfida sombra que se halla en calma.

 

De millares de pasos acechando en el silencio

me desnudo en tu boca vestida de melancolía

hasta los hombros esbeltos de llana piel

que tan solo hoy gritan rebeldía.

 

Pero soy un esbozo de mi rostro, idioma

el cual ningún beso ha podido habitar

Imaginada canéfora, esculpida belleza

pequeñas calles, ningún bulevar.