Doncella hermosa Ana, os pido vuestra advertencia,
que no es ninguna obra en nuestro teatro de niñez
y bufonería es la tarea del bufón del rey,
estábamos siempre cerca y consiguiente os hablo sin rimas,
sino como un amigo, quien os ama con sinceridad
Hace tiempo he guardado en secreto mi amor por vos,
creía que el disparate de perderse uno el corazón
no es un asunto de júbilo, preferible más bien
sea consciente de contemplación
Demasiado tarde arrepentido de mis deliberaciones,
aprendí a resolver los acertijos del corazón
valentía mejor ascendencia debe influir,
ya que el amor nunca esta a la conveniencia de uno,
y pasión frecuentemente inadvertida
Desposeído de vuestros ojos cristalinos mi corazón los añorará,
ni más poder vos en mis brazos tomar,
y jamás la sensación sensual a una volta bailar,
cuando labios sin rozar un beso engaña
y deseos detrás de una sonrisa se esconden
Un último adiós dulce jóven de Haver,
vuestra suerte dentro de las aulas de Hampton os espera,
atrás de aquellas murallas de mal agüero,
sobre las cuales hiedra y musgo adheridos cual una lapa,
estrangulan sollozos de desgracia de fantasmas
de traición y intriga que ahí vagan.
Recogida en plena floración la semilla de un rey a concebir,
os sois la rosa más bella del jardín de Hever,
cuyas espinas y orgullo poco cortés podrían causar
una herida sangrienta, de donde la sangre
el encaje de una gorguera real empapa,
podría ser la vuestra