Al salir al corredor confirma la hora son las 3 de la mañana, y entre el murmullo de voces, camina con pasos lentos en la oscuridad, hasta llegar a la habitaciòn que divide la casa, un claro de luz pasa a travès de la puerta entreabierta, Marisol entra y al ver lo que pasa queda estupefacta. Un grupo de personas vestidas de negro rodean una gran caja negra, y a su lado una señora con el rostro tapado llora desconsolada, Marisol cruza la habitaciòn y abre la ventana y un rayo de sol ilumina el espacio, observa a la niña jugar en el patio y viene hacia la habitaciòn al ver que la ventana esta abierta, pasa sus manitas alrededor de la urna y sale de nuevo al jardìn, Marisol la sigue hasta el zaguàn y la niña se detiene mirando el cortejo fùnebre que se va, levanta sus manitas y le dice adiòs. Marisol regresa a la habitaciòn y esta se encuentra vacìa y alcanza escuchar una voz que dice: el entierro saliò a las 3 de la tarde, (15,00 horas). Ahora todo està en completo silencio, Marisol sale de aquella habitaciòn pensando en todo lo que acaba de ocurrir y concluye que eso ya lo viviò muchos años atras siendo apenas una niña de 5 años de edad, todo ocurriò a las 3 de la tarde (15,00 horas). Al salir de allì de nuevo son las 3 de la mañana. Ya no tiene sueño y decide ir a la habitaciòn destinada a leer, encuentra entre los libros un àlbum de fotografìas amarillas por el tiempo, y le llama la atenciòn profundamente una foto en especial. Es la de una joven adolescente recibiendo su primer ramo de flores de aquel joven enamorado, en ese instante escucha un frenazo en la carretera y se asoma a la ventana, puede ver claramente una moto embestida y su conductor yace al lado inerte, Marisol recuerda aquel joven y la invade la tristeza de aquel sorpresivo adiòs. Y asì pasaban los dìas y entre Marisol y la casa lentamente iban descubriendo el umbral. En la cocina piensa en la gota de agua que incesante escucho caer durante toda la noche. -Tendrè que ir de nuevo al pueblo y esta vez contratarè los servicios de un plomero. Tocan el timbre de la casa y Marisol se dirige al zaguàn. -Hola señora Marisol vengo a resolver el asunto de la fuga de agua. -Pase adelante señor Guillermo ya veo que no le tiene miedo al trabajo, antes tomarà un cafè y luego revise toda la griferìa de esta casa en alguna parte debe estar rota hay una gota que cae constante y retumba en el silencio de la noche. -Usted descuide me hare cargo. Finalmente concluida la revisiòn el señor Guillermo le informa. -Señora Marisol todo esta en orden, le hice mantenimiento a la griferìa de toda la casa pero le advierto que ninguna tenìa fuga de agua. -Entonces vamos al jardìn quìzas alguna llave de paso sea el problema. -Señora Marisol venga aquì, ¿ya viò lo que hay detràs de este àrbol?. -Pero si es el tinajero de mi abuela. -Es esa la razòn de la gota aunque no me explicò como la puede escuchar usted en su habitaciòn, realmente esta muy lejos y en este espacio abierto la vemos caer mas no la escuchamos. -Señor Guillermo ¿me ayuda por favor a llevar el tinajero a la cocina?, mi abuela siempre decìa que habìa que estar pendiente de limpiar la piedra y el cantaro. Una tarde algo somnolienta descansa en el mecedor que se encuentra en el jardìn, escucha entre sueños una voz que dice: \"crucemos pronto la avenida\", el conductor de un vehìculo que venìa a gran velocidad en una zona residencial, sin pensar le corto el camino de la vida en menos de un segundo. Acostumbrada Marisol a revivir eventos de su vida en aquella casa, se da cuenta que se ha hecho de noche, se dirige a su habitaciòn y en el corredor tropieza con una señora que le pregunta ¿donde estoy), y a su lado un señor la toma de la mano y la lleva al jardìn, donde le esperan todos aquellos que compartieron en vida con Marisol. -Que descansen en paz, ahora se que no eran \"extraños en la casa\".
y la vida continua...