EXORDIO
Las veces que te veo,
sueño en un lejano recuerdo
que luego se desvanece
como niebla en el mar,
la luz de mis ojos se opacan,
mi mundo se dista del universo,
mis recuerdos se desvanecen,
olvido que existes mientras existes,
la luz se vuelve oscura,
y hasta aveces tu mirada
parece obviar mi presencia.
¿Qué habremos sido en otro universo
no tan paralelo, pero posible?
quién sabrá de aquello.
Ya no tengo memoria
ni espacio en el corazón
para pensar que alguna vez
pude soñarte días enteros
y noches interminables;
qué habrá de suceder
con aquellos vagos recuerdos,
que aún, aveces, parpadean tímidas
en algún hemisferio del corazón.
Aveces cuando te veo,
ya no te encuentro,
y es que tal vez te has ido
en algún adiós que nunca pudo existir.