Teodocio Potes

La subversión dentro de mí - Cuento corto

Ayer, mientras hacia un viaje al inexplorado territorio de mis ideas, fui secuestrado por extraños pensamientos. Se empezaron a acercar por todos los costados hasta rodearme. Tenían sofisticadas armas procedentes ilegalmente del gran imperio, el de la razón. Al principio creí que era normal que en estas latitudes ocurrieran cosas como estas; ya desde antes sabía que la subversión estaba dentro de mi cerebro y tenía visado especial desde el día en que dejé entrar a una sujeta apodada “La Duda”, la cual nunca vi salir. No era la primera vez que visitaba estas tierras olvidadas y desdeñadas, pero cuando empecé a sentir mis neuronas pegadas a tales pensamientos, se filtró un vaho de temor en mi conciencia. No se como explicar éste contacto inesperado: tal vez baboso, pero seco; no era áspero, pero raspaba por algún lado, incomodaba; el filo de sus armas no dolía, pero dejaba la sensación de haber tasajeado un pedazo de conciencia; mas que el contacto de dos sustancias distintas y antagónicas parecía el proceso, al revés, de una incomoda auto ingesta. Mejor dicho, no tengo en mi acervo la aguja ni el hilo para enhebrar las palabras que describan este raro “encuentro”; ni aun podría saber qué palabras son las indicadas para atrapar tal sensación.

Luego de un tiempo (si fue que pasó en el tiempo), sin darme cuenta, y ya cuando me disponía a aceptar el hecho, se evaporaron mis captores sin dejar huella. Cuando Salí del fondo del subdesarrollado territorio de mis ideas, inmediatamente me di cuenta que, aunque tenía plena conciencia de haber entrado y haber sido capturado como rehén por unos instantes, no podía asegurarle a nadie, con ningún argumento, que había salido completo de allí. Algo me habían robado; una sensación de perdida aleteaba alrededor. Tal vez me robaron un trocito de mi confortable ignorancia; además pareciera que a partir de allí yo fuera el propio pensamiento captor.