Te fuiste sin hacer ruido así como llegaste,
y creíste que por eso no notaría tu ausencia, pero no fue así.
Como no notar la ausencia, si al unirnos en un beso
nuestras bocas callaban mientras las almas gritaban.
Y es que no puedo creer que te fueras así sin más,
sin dejar aunque sea las partes de mi corazón que tu alma se llevó al yo mirarte por primera vez.
Estoy solo y poco a poco las luces de la ciudad se encienden.
En pleno Junio empieza a llover;
las personas piensan que algo malo va a pasar porque ven lluvia en una ciudad donde abunda la sequía,
pero lo que no saben es que son simplemente mis primeras lágrimas dedicadas a ti y a cada estrella
que prometimos algún día bajarnos...