Sé que la duda y la pena nos persigue incesante,
Que la penumbra aparenta atravesar los años,
Y que el recelo pretende tendernos su cálida mano;
Pero aquí estoy yo para mostrarte un deseo, un nuevo cielo y un canto diferente.
Aquí estaré yo para que burlemos el tiempo juntos.
Sin importar lo que esté al asecho o quien tenga perniciosa voluntad,
Me sumergiré en tu almohada y te daré un susurro con aroma a lino fresco.
Aquí estoy yo armado con un cabello tuyo y una sonrisa nuestra
Para defender lo que se ha erigido gracias a nuestra entereza.
Aquí estoy yo dispuesto a robarle un instante al reloj
Y posarlo en nuestra cama hasta que el sol se oculte en tu mirada.
Aquí mes tienes, con firme decisión
Y mis puños envueltos en seda.
Aquí me tienes a merced del viento y la zozobra
Acompañado por tu atrevido perfume balsámico
Y cegado debido a tus pequeñas y poderosas manos.
Aquí estoy yo para converger con tu sombra y reposar en ella.
Quiero perderme en la silueta que dibuja tu piel, y de esta manera
Realizarme competente e ilustrarte en una nube los lenguajes necesarios
Para que en tu pupila se inscriba mi deseo de estar siempre para ti.