Un hábito en mis manos no descansa
Pintando nuevamente en tu cabello,
Los trazos de este lápiz dejan sello
Del verso de un poema de alabanza
Sentado con mi pluma de añoranza
Describo brevemente tu destello,
Besándote la piel de boca a cuello
En un escrito lleno de esperanza
Amarte nunca más lo debería
Mas es costumbre vieja el adorarte
Y acabas siempre en hoja y poesía
En cuento me es difícil olvidarte,
Al beso que me das en fantasía
No puedo poner fin ni punto aparte…