No busco ya la poesía del silencio,
ni aguardo a los labios del alma su palabra,
pido lo que no puedo plasmar en la hoja;
eso que tus ojos tienen y no me pueden dar.
Ahí están, con esa luz penetrante,
tras un transparente misterio
diciendo: \"anda, recurre a las letras\";
pero, ni una sola palabra se puede formar.
Más, en ese mundo de tus ojos
se paraliza mi pasión, se detiene la poesía,
cesa de ordinario el término belleza,
y se me cansa el corazón por no poderlo describir.
Si, mi boca se ha llenado de mudez,
no podría crear lo verosímil
que leen mis sentidos,
y no me dan respuesta a esa poesía
tan desconocida, que en esos ojos eres tú.