Hoy me siento incapaz,
enredada entre lágrimas de cristal,
destruido mi castillo de arena,
se desmorona ante mi
y yo con él,
el mar me lleva...
renaceré en otras playas,
me erguire con otra forma,
como el mar quiera,
me entrego al oleaje,
a los vientos, que no amainen,
me hundo en las profundidades...
quizá no venga nadie a ayudarme,
pero seguro que ÉL
vendrá a salvarme...
Nada es eterno,
todo esto pasará,
como siempre ha hecho,
nada es eterno...