pablo beltran

sin título

¿Cómo dejar de soslayo

tu momento,

 si es endemia del alma?

 

No es, entre tanto,

extrañeza amarte.

Eres día y noche de mis horas.

 

Desde antes del hoy

no definimos la tarde,

a partir que somos juntos

como calor a piel.

 

El envejecido reloj

de nuestros días

ha perdido su principio.

Traspasamos con amor

estruendos calados de penumbra.

 

No es menoscabo enamorarte

como no lo es, en vejez,

poder besarte.