Es la ilustración tormentosa,
De un hasta aquí,
Lo peor de todo es que comprendo tu actitud
Conozco la soledad en la relación con tu hija,
La razón de tus reproches,
El trasladar tus frustraciones de madre
A la aceleración de la ruptura
Allanando las posibilidades de respuestas,
Quise aferrarme a un imposible,
Soportando irreverentes confesiones,
Llegándome a llamar por el nombre de Otro,
Hasta la amenaza de que vuelvo con él o
“el jamás he sentido nada por ti” y
Tantas otras confesiones que no quiero evocar
Por gallardía o falsa elegancia prefiero callar
Por el bastidor de guardar un bello recuerdo
De eso que tú llamas falsa relación
Es menos dañino saber que la culpa
No me pertenece Totalmente a
Estas infamantes reflexiones,
Me gustaría las razonaras
Como las confesiones de un amigo
Que no sabe de rencores
Y que guarda celosamente
Los hermosos recuerdos
Y los bellos momentos vividos
Que aunque fueron compartidos
Hoy parecen un desencajado reflejo
De un ayer, que solo deja
Melancolías, tristezas,
Evocaciones estériles
Esperanzas fracasadas o
Equivocados empeños
Recordando que el tiempo
Arruga la piel, y deja sus huellas
Pero el alma permanece incólume
Aunque sus hematomas
Reflejan el malestar interior
Que ella oculta. Por galanura
O por naturaleza conveniente
Sin embargo, el alma es alma
Y nunca la impureza, podrá empañarla
Porque está borlada de principios
Y en su fondo, solo respira el aire
Que la alimenta y la nutre, es su soma
Del mundo feliz de adolf huley
O el infierno de Dante aligeri
Pero el alma, sigue aferrada
Y yo sigo, burlado, sin entenderla.