Soy un inculto, profano e incluso un hereje si usted gusta.
Soy poco conocedor de las cosas, alguien que lleva ventiscos arenosos por dentro; un mar seco si usted gusta.
Me acusa de no saber hablar, de no saber caminar, de no saber finanzas o materias industriales o jurídicas, si usted gusta soy un iletrado.
Me acusa, además, de no tener lujos ni vanidades que Eleven mi valor, soy pobre, dice usted.
Usted me acusa de no saber de letras o lujos, sin embargo ¡yo le acuso a usted de no saber vivir!
Le acuso de pasar el tiempo en su oficina tratando de solucionar el mundo con una firma, mientras su familia se desmorona a pedazos por la ausencia de quien trabaja mucho y vive poco.
Llámame como desee, menos un \"no vivo\"; pues yo vivo para mí, para mí familia e incluso, para una parte del mundo.
Andrés Sarellano Mtz
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2016