La puerta se abrió
y entro la palabra
que no hizo mas
que toda dañarla.
No habran
mas baladas
ni tardes de cerezos
él no va a volver
su dueño es el tiempo.
Quizas
los recuerdos
le sirvan de consuelo
y en noches de pena
cuando abrigue el silencio
sus ojos
tan humedos
reprochen al viento
la huida injusta
de un amor
que aún
no habia muerto.
La puerta se abrió
su voz fue tan clara
no habran mas cerezos
no, no habran
la guerra lo llama.