Sueño o pesadilla.
Sueño y letargo.
Sueño, letargo y retardo,
Repetición desenfrenada del final absurdo y de tu recuerdo.
Canciones, visiones, acciones, sentires
Vienen y van, y de allí se devuelven
Sutiles y dulces tormentos de mi alma solitaria y dolida
Que os he hecho, que de mi volcan su ira.
Ironía
Ironía cruel, dulce y poética
Verte en su dintel, de tu pelo dando vuelta,
Sentada esperando la salida de su compañía,
Compañía de la que anhelo homóloga, mas respuesta del cielo no hay otra que la contemplación de ti y de él.
Y luego me preguntan, ¿Por qué el alma rota?
Sacar de raíz un árbol, cuan hierba rastrera y dañina para en su lugar plantar otra sombra suena justo y racional, mas no al momento de pensar del dolor del descuidado árbol cuya sombra ya no jacta de placer & de encanto, o cuidado si peor, si en verdad así lo hace, pero sus raíces ya van lejos y rompen la calzada.
Pero no era eso lo que debe ser vida mía, que no para poder cubrir con una sombra frondosa y fresca debe el árbol de raíces fuertes contar para así poder sustentar su bien formada
copa.
Lo vi venir, lo vi llegar, noté el momento de las hachas afilar
Y acepte, o eso intente, acepte que mi momento había llegado ya no mas árbol frondoso, ya no mas formada copa, de ahora en adelante solo leña y estacas, recuerdos, vestigios, recuerdos. Y todavía hoy duele, y no encuentro remedio, Dios padre de lo eterno dame o indícame el remedio.
Ironía
Ironía cruel, dulce y poética
Verte en su dintel, de tu pelo dando vuelta,
Sentada esperando la salida de su compañía,
Compañía de la que anhelo homóloga, mas respuesta del cielo no hay otra que la contemplación de ti y de él.
Y luego me preguntan, ¿Por qué el alma rota?
Te vi, te veo, agua en los ojos gemidos en el pecho, por que no te puedo olvidar, por que cuando te veo, y te veo en su dintel el corazón siento estallar, sí, se supone que debo saber que en mi compañía no puedes estar, quiero cura, mas cual enfermo de termino por mi mismo no me valgo y a falta de tu
ayuda solo espero un milagro.
Pues no moriré así, vientote en sus brazos mientras yo sola po del dolor en las manos del solitario letargo, y ya veras de las estacas del árbol partido nacerán los nuevos bríos y como la mala hierva que sacas naceré en otros nidos, y brindare por
tu felicidad, tanto la tuya como la de él, porque aunque yo sufra soledad eso no trunca mi crecer.