"¿Quién sabe dónde dan clases para amar?"
Pregunté un día en la calle donde vivía
La gente me decía que eso no se aprende
Que se vive y se respira en el día a día
Pregunté a mi madre cómo aprendió a amar
Dijo que era simplemente improvisar
Mirar todos los días con nuevos ojos
Dejar de pensar y dejarse llevar
Pregunté a los sabios cómo se amaba
Dijeron que, en realidad, sólo se deseaba
Que era una fugaz necesidad que se desvanecía
Así como la vida pasaba y se iba
Por fin encontré un lugar donde aprendí a amar
Un lugar cálido, acogedor, al que me encontraba a gusto
Se me daban oportunidades para volverlo a intentar
Y si caía, me ayudaban a levantar
No cobraban mucho: tal vez algunas lágrimas di demás
Pero a fin de cuentas todo valió la pena
Porque mirándote a los ojos
Porque escuchando tus latidos
Porque rozando tú mis labios
En tus brazos, aprendí por fin a amar