Latino

Viajeros...

Es la hora de otra siembra, amada,

salgamos a germinar en astros plenos

-sin riscos ni arboledas-

la semilla postergada en la manta de los cuerpos.

 

Partamos enseguida;

dejemos el camino del invierno y las horas

y viajemos en la ausencia del tiempo,

a praderas con soles perdurables

sin agujas ni campanas

ni asiduos pétalos

dorándonos la piel.

 

Desandemos toda carne, irreverentes,

soberbios, libres de fardos y tareas,

ligeros de aguijones en la cáscara,

de pesados ritos y compañías de lunas…

 

Avancemos hasta el centro del adiós

a ser uno con el polvo irredento

de campanas antiguas

donde podamos repicar

con los tañidos del silencio

el olvido del viaje a los cuerpos.