Cuando en la tarde serena
mis pensamientos invades
yo comparo tu belleza
con los blancos tulipanes.
Cuando una estrella lejana
tilila en el firmamento
me acuerdo de tu mirada
que brinda luz de consuelo.
Me detengo en un vergel
donde nacen azucenas,
se parecen a tu piel
satinada, suave y tersa.
Si disfruto de un granado
su sabor dulce y ajenjo
pienso que muerdo tus labios
rojos y llenos de besos.
Cuando hace ondular el viento
con suavidad al ciprés
veo tu cuerpo perfecto
que camina en el andén
Cuando mi mirada observa
del río el bello caudal,
mi cuerpo siente en sus venas
de tu pasión, tempestad!
Cuando contemplo lo verde
que a la montaña engalana
mi mente inmediatamente
con tus ojos la compara.
Si escucho el leve zumbido
cuando vuelan las avispas
claramente mis oídos
oyen tu alegre sonrisa.
Cuando miro un clavel blanco
su nitidez me recuerda
la suavidad de tus manos
que acarician sin reserva.
Cuando mi vista se queda
mirando una rosa roja
mi mente rápido piensa
en lo rojo de tu boca.
En tales comparaciones
Natura dio lo mejor,
lo que no tienen las flores
a ti todo te entregó!
Ya que siendo ella la madre
de lo bello que te adorna
que nadie a ti se compare
porque eres su mejor obra!!
Autor: Aníbal Rodríguez.