Me inventé una aventura
para romper la monotomía
imposible recuperar mi cordura
si ahora te tengo alma mía.
Es mi amante inventado,
al que siempre he amado
que soñando o despierta me visita
con su etéreo cuerpo que me excita.
Me lleva al cielo con sus besos
que me estremecen hasta los sesos
que me provocan convulsiones
y de carmín tiñen mis pasiones.
Y es que no es para menos,
si sueño con la fuerza de sus alas
que rozan como el viento mis senos
escalando con firmeza las montañas.
Es él mi amante perfecto
complace todos mis deseos,
de modales, el más correcto,
increíbles son nuestros encuentros.
No me arrepentiré jamás,
de la mentira haberlo creado,
Es sólo mío y de nadie más,
con su lujuria, ¡Me ha hechizado!
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Elizabeth Alejandra Castillo Martínez
Liaazhny