Inaugurada la memoria
espera la paciente hora
soterrada ansia en su historia
abarca solo intestinos
de tiempos enmascarados
vocifera la torpeza anidada
galopes de juegos que avanzan
se escurren las miradas
y tu néctar me invade
con suavísimos encantos
ya la estancia retoña
espacios donde vivencias
las canciones en melodías
tonadas que se escapan, barbullan
en paciente delicia, saborea
recibo tus olores en mis venas
todo el aire en soplo masajea
benditos quejidos, sulfurosos
esparcen vientos alejados
llamas desesperadas, queman
en hoguera la pasión caldea
la noche estrellada humea
todo el silencio reclama
gritos, gritos, el huracán
en la azotea.