Sinfonía,
Una melodía de muerte a tu favor.
Ironía,
Es saber que te has ido
Cuando mas me lo temía.
Desprecio,
Es navegar por tus labios
Y saber que aún por ellos sigo preso.
Traición,
Es saber que en mi despecho
Todavía sigues siendo mi tentación.
Amor,
Es la razón de mi locura
De estar atado a tu querer
Sin duda alguna me condene
Por mis propios pecados, pague.
Jamás había visto tanto dolor en mi copa
Que alzo y brindo por cualquier infeliz
Que ahora en tus brazos se condena por ti.
Oh Dios, dulce pecado viviente
Andas por los senderos oscuros
Sin rumbo al andar.
Pequeña princesa,
¿Por qué ha de verte así?
Dime quien decoloró tus labios color marfil.
Sin amor, y con recuerdo
Vas porque aquel sendero
Que sabes siempre muy bien
Que te lleva a tu propio infierno.