Centauro,
cuenta apenas con dos almas,
con una os acaricia,
y con la otra,
os da coces bestiales,
contrapuestas.
Centauro,
ha el placer omnipotente,
de proponerte,
su prosa confidente.
Centauro,
ejerce profesión,
contra sí mismo,
en algún círculo celestial,
de su lirismo.
Centauro,
es apenas lo que puede,
y nunca le asistió,
lo que más quiere.
Centauro,
estruja siempre sus miserias,
con la razón,
sostiene controversias.
Centauro,
palpita el corazón,
de una certeza...
la enorme fatalidad,
de su proeza.
Centauro,
aprende diariamente,
a querer,
no-hacer-sufrir-inútilmente.
Centauro,
para más dato,
es muy complejo...
paradójico es,
asimétrica figura...
prisionera,
en el espectro del espejo.
Centauro,
no conoce su torpeza,
y contempla, con destreza,
tu belleza.
Centauro,
no se arredra fácilmente,
cabalgando va,
al galope,
su sentencia:
¡ de lo posible a lo real,
nunca se sabe,
que lo imposible,
puede ser,
lo verdadero !