Deseara que a mi alma te asomaras
y su fondo romántico tu vieras,
que sus sueños tan tiernos observaras,
y tu amor, sin reservas tu le dieras!
Yo quisiera desnudes a mi mente
y que vieras el río tan divino
de poemas, que brotan tiernamente
con corrientes de fuego cristalino.
Que en mis ojos notaras el anhelo,
y supieras su gran melancolía,
por sentir lo sedoso de tu pelo
y escuchar de tu voz su melodía.
Que tus manos tocaran a mis manos
y sintieras el frío que padecen,
al saber que mis sueños son tan vanos
cual los lirios que enfermos desvanecen.
Que a mi boca quisiera te acercaras
y saciaras la sed que cruel padece
que con besos ardientes la llenaras
con su vino que embriaga y que estremece
Y quisiera que entraras en mi mundo,
que se encuentra tan triste y tan sombrío,
y miraras de mi alma, en lo profundo,
el dolor de su loco desvarío.
Autor: Aníbal Rodríguez.