En aquella noche solo pensaba
en aquella lunas gris que
esparcia su hermoso brillo
resplandeciente con el cual
era imposible no mirarla.
En esa noche la gran luna
usaba un largo vestido azul,
un vestido que la hacia ver como
una princesa, pero un princesa
sin aquel caballero tan brillante,
tan lleno de vida, ella sabia que ni esa noche ni la otra
podria ver a su rey,
a aquel caballero del que ella
se habia enamorado, de aquel caballero
que ella habia escojido para toda la eternidad.
Una eternidad en la que ellos sabian que a pesar de estar
separados sus cuerpos y sus almas
estarian tan juntos como el cielo y las estrellas,
como la vida y la muerte.
Ellos sabian que algun dia esa pequeña posibilidad
de estar juntos se haria nada