argantonio

Entre el bien y el mal

¿Que sería de nuestros días vividos

sin una melodía o una canción?

Sería como un calendario sin pasión,

días de silencio sordos malvivídos.

 

EL primer beso debió haber sido en silencio,

o acompañado por un piano solitario,

ese debería haber sido el único precio,

de ninguna manera el primer beso es ordinario.

 

Invéntate la música,

no dejes aquel día huérfano,

que fue tu despertar sexual.

 

Que esa música sea clásica o rústica,

da igual, que sea sincera hasta el tuétano,

así comenzó la batalla eterna entre el bien y el mal.