Así te amé: tan esbelta, piadosa,
tan tenue como la noche dormida,
tan Gris, tan hala, tan ninfa, tan vida...
Así te amé, ¡Sí! cual última rosa.
Así te amé, en la bellísima noche
de aquél verano. Tu beso, fue el beso
alado ¡Sí! que esperando el regreso,
quedóse para mi amor sin reproche.
Escucha amada, y jamás pues olvides:
Yo te amo tanto, cual muchas estelas
que escuchan cándidas, cuando les llamo.
Hoy te amo, y aunque ya nada me pides
voy a prender iracundas mis velas
que nadie puede apagar, pues te amo.
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David John Morales Arriola