¿Alguna vez te has llegado a preguntar cuántas montañas has tenido que atravesar?
¿Cuantos abismos te han quitado el aliento y la esperanza?
Tantos sueños empolvados y lejanos,
han marcado tu corazón.
Admiras una cuesta cada vez más empinada
y tus fuerzas se debilitan con cada golpe.
Puedes ver que el trayecto es muy largo
y que has recorrido unos cuantos pasos.
Hoy te hablo como un Padre y no como un Dios lejano.
Así como un pintor con sus primeros trazos negros y sombríos,
crea en su mente el resultado final de su creación…
Asimismo, yo haré que brote vida y colores donde antes había dolor y soledad.
Y aunque en este momento no entiendas los procesos que estas cruzando,
cada raya en tu camino tiene un propósito.
Antes eras una hoja en blanco,
pero desde aquel día que me abriste tu corazón,
he comenzado a dibujar planes maravillosos en tu vida.
Si crees en mí,
te aseguro que en medio de la tempestad
mi amor estará contigo para darte paz.
Y si al llorar no encuentras razones para continuar luchando,
recuerda que es mi pincel empeñado en trazar
la imagen que llevo de ti.