Ayer era un ave libre
volando por los alrededores y perdiendo el tiempo.
Hoy solo soy un ave con las alas en llamas
que solo va cayendo segundo tras segundo.
Estrellarme no estaba en mis planes,
perder el control de mi mismo tampoco.
De hecho, no tenía
y ahora solo estoy tirado en el suelo observando un foco.
Igual que yo, el foco no sirve
El interruptor de encendido no acciona.
No lloro, no sonrío.
Estoy en punto neutro en una colina con el fondo en la profundidad del mar.
Ayer recorría largas distancias
hoy ni siquiera me muevo.
Necesito escapar y pasar a otras instancias
necesito evolucionar de nuevo.
Pero el cascarón no abre, no se rompe, ni siquiera se quiebra
y el calor sofocante de mi respiración inunda el espacio.
Estoy atrapado en mi propio hogar.
Estoy atrapado y la vida se me va.