Cuan majestuosas son las olas del mar al contemplar en el atardecer
Igual que el hermoso canto del turpial; anunciando el amanecer,
Como el jazmín en la florescencia de la primavera; dejando por doquier…
Su fragancia en galardona, delicada y dulce sin ver.
Así como las olas en la orilla del mar…
Fue fortuita tu presencia en mí.
Así como el canto del turpial; tan sonoro y melodioso…
Fue predilecta por primera y única vez tu voz en mí.
Así coma el jazmín, deja su fragancia en el paso de la primavera al verano;
Dejas tú; tu fragancia, de enigmático caballero en mi…
Seduciendo a una doncella, toda su alma y corazón.
Esperando vivo…
Ver llegar la ola a mí.
Esperando vivo…
Oír cantar el turpial solo a mí.
Esperando vivo…
Impregnar tu fragancia en mí.
Mia Aragón.