Fuiste aquella ilusión de un gran amor,
Un fementido fuego que te acaba,
Sólo un vano espejismo de la nada
Cáncer que mata nuestro corazón;
Qué me dejaste sino este dolor
Un veneno escondido, aguda daga
Que en el pecho furtiva se me clava
Inmensa alevosía, alta traición;
Ayer me prometiste una gran dicha,
Cara de ángel, hipócrita maldad,
Es máscara que esconde esas mentiras
Esa maestría que suele engañar;
Es valiosa lección de la vida:
Una sabia prudencia es desconfiar…