Siempre a tus espaldas, infinito,
sin control, remolinos de viento,
oasis de locura, tertulias largas
entre otros que adoran tu cabello.
Sendero por el que tránsito, dime si es cierto,
dime si la raíz debo cortar para
salvarme del ahogo de sus labio.
Di si acaso existe alguna sombra que
me proteja mientras camino, o
solo di si me tengo que aferrar
a la única flor del paraje.
Estoy a tus espaldas, recorriendo con la mirada
todo el sueño que tu alma guarda,
expulsando el cariño que no tengo para mi,
pero como se puede querer,
sin quererse a uno mismo?
cruel pregunta, fatal destino,
que quererte solo quiero,
más para mi no pido.
He llorado entre cantos alegres, con simples
palabras encontradas en sus internos.
He reído con penumbras,
mirando la luna brillar cada vez más,
mientras labios insípidos besan mi piel.
He de decirte que te quiero, una y mil veces,
elogiaré tus ojos casi negros, cual espacio vació,
buscaré entre mis venas el jugo precioso llamado deseo
y te lo daré en vasija de barro, cual chicha,
para que lo bebas, hasta que la ultima gota
llene de amor tu alma,
y yo me quedaré seco, porque no puedo hacer más
que quererte, y vivir a tus espáldas.